Edición dixital Faro de Vigo. 24/09/2011
El gobierno local autoriza la instalación del albergue en la escuela de hostelería
El gobierno local aprobó ayer el último trámite para iniciar las obras
de adecuación de la antigua escuela de hostelería de O Berbés como
albergue para personas sin techo. El paso pendiente era el cambio de uso
de las plantas que ocupará el refugio en el inmueble –la baja, segunda,
tercera y cuarta–, con lo que ahora podrán arrancar las obras de
reforma interior. La apertura no será inmediata, y el alcalde, Abel
Caballero, evitó dar fechas concretas. "La voluntad es que esté lo antes
posible, en unos pocos meses", estimó. La inversión asciende a 495.000
euros en la remodelación y 180.000 en equipamiento. El Concello ya firmó
hace unos meses un convenio con la Fundación Emaús para que gestione el
albergue durante un periodo de cuatro años, con una aportación
municipal de 512.000 euros anuales.
"Aparecía una dificultad
administrativa con el uso de esas cuatro plantas y hoy ha quedado
resuelta. La obra puede iniciarse de forma inmediata", expuso Caballero.
Pese a la duración del acuerdo, el alcalde mantiene que el centro se
abrirá con carácter "provisional, con el tope de esos cuatro años". El
Concello gestionaría entretanto una ubicación definitiva. "El albergue
de O Berbés nace con vocación de estar allí un tiempo limitado. Estamos
buscando uno definitivo en el lugar que más convenga a la ciudad",
agregó. La primera planta de la antigua escuela de hostelería está
ocupada ahora por la asociación vecinal del Casco Vello. El regidor
manifestó que cree que el colectivo "quiere dejar esa ubicación, con lo
que podría ser reformado el espacio más adelante para incluirlo en el
albergue", si bien no lo confirmó.
El proyecto redactado prevé un
refugio con 35 camas en habitaciones individuales, dobles, de tres y
cuatro personas. Los cuartos se repartirían por la segunda, tercera y
cuarta planta. Bajo el nivel de cubierta se contempló una sala de estar
con servicio de "café y calor". El nivel superior incluye además otros
usos como el de atención con cuidados o para derivar a personas que
precisen acudir a centros sanitarios.
En principio iba a adjudicarse
la reforma en enero por la vía de urgencia, pero finalmente se pospuso y
el inicio de las obras quedó sin fecha. Antes de las elecciones el
gobierno local firmó el convenio con Emaús para que gestionase el
recinto. "Entonces nos acusaron de electoralistas. El acuerdo sigue
vigente y cumplimos una gran demanda muy sentida en la ciudad", expuso
ayer Caballero al anunciar el cambio de uso acordada en la junta de
gobierno. La inversión en los cuatro años, entre obra y mantenimiento,
asciende a 2,7 millones, que serán íntegramente aportados por el
Concello.
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